Vinos
Muy apropiada para tónicos eupépticos y aperitivos
Para esta preparación se practica la fermentación alcohólica del mosto de uva llamado comúnmente vino, aunque por lo general no se consigue más que una mezcla tóxica de productos químicos que trata de imitar burdamente el verdadero elixir de larga vida denominado vino genuino puro, cuya forma casera de preparar daremos más adelante.
El vino medicinal, además de ser genuino, deberá tener una graduación no menor de los 15 a 16 grados. Además, deben de ser envejecidos y la preparación medicinal no puede tener menos de un año de añejamiento.
Este tipo de preparados, también se denominan tinturas vinosas.
En resumen, los vinos medicinales son preparados, en los cuales, los principios activos provenientes de vegetales o minerales se hallan diluidos y cuya administración se hace más agradable.
Vino sacro o tintura sacra
- 25 gr de Aloe o acíbar
- 15 gr de Raíz de genciana
- 13 gr de Estigmas de Azafrán
- 15 gr de Mirra en polvo
- 15 gr de Corteza Naranja amarga
- 1 litro de Vino marsala o garnacha
- Se machacan bien todos los ingredientes, se mezclan y se echan en el vino.
- Se deja macerar la mezcla durante 20 días. Se exprime y se filtra.
- Se toma en copitas.
Vino de quina compuesto
Es expectorante y mejora los problemas respiratorios.
Ingredientes
- 80 g de Ruibarbo
- 30 g de Corteza de naranjas amargas
- 30 g de Corteza de quina roja
- 1 litro de Vino marsala o garnacha
Preparación
- Macerar 15 días y colar.
- Tomar por copitas.
Vino de genciana
Aperitivo para los niños.
Sus propiedades gastroestimulantes la convierten en una planta medicinal muy valiosa en casos de: astenia, anorexia, anemia, atonía gastrointestinal, convalecencia, disquinesia biliar, espasmos gastrointestinales y empachos, entre otras.
Ingredientes
- 30 g de raíz de Genciana
- 1 litro de de Vino generoso
Preparación
- Se machaca la genciana.
- Se macera en el vino 20 días.
- Se cuela.
- Se bebe por copitas.