Algunos tips sobre plantas medicinales
Identificación de las plantas medicinales
Cuando salgas en busca de plantas medicinales debes alejarte de las grandes aglomeraciones urbanas, de las calles de denso tráfico, debes recogerlas en plena naturaleza. Con el tiempo comprobarás lo beneficioso que esto resultará para tu organismo .
Busca las plantas medicinales, identifica las plantas y conoce la región más próxima a tu vivienda.
Si no tienes seguridad a la hora de identificar las plantas, deberías participar en excursiones o cursos bajo la dirección de un experto, con el fin de acumular más experiencias prácticas. En este caso, no se trata de evitar un posible peligro para la propia salud, como ocurre en las excursiones organizadas para buscar setas, sino que se trata de proteger la naturaleza. Muchas plantas curativas no son muy abundantes en la naturaleza y debe protegerse su existencia, mientras que otras hierbas, que guardan un parecido asombroso con las medicinales, resultan inútiles y no deben cogerse sin causa. Solo cuando tengas la seguridad necesaria para identificar las plantas deberías empezar a recogerlas.
Herborizar plantas medicinales
Las plantas frescas, cuyo poder curativo es superior a la de las secas, se pueden encontrar desde finales de febrero hasta finales de noviembre. En un invierno suave se podrían encontrar en la naturaleza el llantén menor y el mayor, el galio y la celidonia.
A ser posible, las plantas deben recogerse en un día soleado, porque la fuerza curativa de la planta es máxima.
Además, debes tener la precaución de buscar las plantas en lugares poco contaminados y lejos de las carreteras de mucho tránsito o de polígonos industriales.
Se cortan las plantas por lo menos dos dedos sobre el nivel del suelo, nunca se arrancarán junto con las raíces.
La cesta de mimbre es la más adecuada para la recogida. Las bolsas de plástico no son apropiadas.
La recolección
Conservación de las hierbas
En la medida de lo posible, las plantas medicinales se utilizarán recién recogidas. Con lo sobrante, se puede crear una reserva.
Las plantas se cortan en trozos pequeños y sin lavar (por ello se deben recoger en lugares poco contaminados).
Se colocan las plantas sobre paños limpios o sobre papel de embalaje y se dejan secar en un lugar aireado y a la sombra (podemos utilizar un deshumidificador para acelerar el secado). Una vez que las plantas están secas, se guardan en cajas de cartón, bolsas de papel o frascos de cristal oscuro. No son adecuadas las latas, los recipientes de plástico ni las bolsas de plástico.
Las plantas almacenadas se podrán utilizar durante un año si queremos usarlas en tés. Si se tuvieran almacenadas durante más de 1 año, estas plantas podrán utilizarse para baños.